Los aranceles recientemente impuestos por Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, tendrán un impacto significativo en los dispositivos de Apple, principalmente debido a que la mayoría de su producción se realiza en países asiáticos como China, India y Vietnam, que ahora enfrentan gravámenes elevados. A partir del 9 de abril de 2025, estos aranceles incluyen un 54% para productos provenientes de China, un 46% para Vietnam y un 26% para India, afectando directamente la cadena de suministro de Apple.
El efecto más inmediato será un aumento en los costos de producción. Por ejemplo, el costo estimado de los componentes de un iPhone 16 Pro de 256 GB es de aproximadamente 550 dólares, pero con un arancel del 54% sobre las piezas importadas de China (donde se ensamblan la mayoría de los iPhones), el costo podría incrementarse en unos 296 dólares por unidad, alcanzando cerca de 850 dólares, según analistas de TechInsights. Si Apple trasladara este aumento íntegramente a los consumidores, el precio de venta podría subir entre un 25% y un 43%. Esto significa que un iPhone 16 base, que actualmente cuesta 799 dólares en EE.UU., podría llegar a 1.142 dólares, mientras que un iPhone 16 Pro Max de 1 TB, que se vende por 1.599 dólares, podría alcanzar los 2.300 dólares.
Apple tiene varias opciones para mitigar este impacto, pero ninguna es sencilla. Una estrategia que ya ha implementado es diversificar su producción, trasladando parte de la fabricación a India, donde los aranceles son menores (26%). Se estima que India podría abastecer hasta el 50% de la demanda de iPhones en EE.UU. en 2025, según The Wall Street Journal. Sin embargo, incluso con esta medida, la otra mitad de la producción seguiría enfrentando aranceles más altos desde China. Además, Apple ha tomado acciones de emergencia, como fletar cinco aviones con iPhones desde India antes del 9 de abril para aprovechar tarifas más bajas y llenar inventarios en EE.UU., según The Times of India. Esto podría retrasar temporalmente las subidas de precios, pero no resuelve el problema a largo plazo.
Otra alternativa sería trasladar la producción a EE.UU., pero esto es poco viable a corto plazo debido a los altos costos laborales y la complejidad de replicar la cadena de suministro asiática. Ensamblar un iPhone en EE.UU. podría aumentar el costo laboral de 30 dólares por unidad en China a 300 dólares, lo que elevaría aún más los precios. Incluso si se fabricaran localmente, muchos componentes seguirían siendo importados y sujetos a aranceles.
El impacto no se limitará a los iPhones; dispositivos como iPads, Macs y Apple Watches también podrían encarecerse, ya que comparten cadenas de suministro similares. Los analistas de UBS estiman que los precios de los productos tecnológicos de Apple podrían subir entre un 5% y un 25% en general, dependiendo de cuánto decida Apple absorber de los costos versus trasladarlos a los consumidores. Bank of America sugiere que un aumento del 9% en los precios podría compensar un arancel del 10%, pero con tarifas más altas como el 54%, el ajuste sería mayor o los márgenes de beneficio de Apple se reducirían significativamente.
En resumen, los aranceles probablemente resultarán en precios más altos para los dispositivos de Apple, especialmente en EE.UU., donde se aplican directamente. A nivel global, los precios también podrían ajustarse si Apple unifica su estrategia de costos, aunque esto dependerá de las respuestas arancelarias de otros países, como la Unión Europea. La compañía podría intentar absorber parte del impacto o negociar exenciones con el gobierno de Trump, como hizo en el pasado, pero por ahora, los consumidores deberían prepararse para un aumento notable en el costo de los productos de Apple a partir de 2025.